De la bombilla incandescente, al fluorescente, al LED... y ahora el grafeno. Este nuevo material está llamado a ser el material revolucionario del siglo, incluso estando todavía en desarrollo. Sin embargo, se han encontrado numerosas aplicaciones que llegan a superar a los materiales convencionales que usamos diariamente.
La bombilla de grafeno funciona de forma similar a las bombillas de filamento convencionales. En el interior tenemos las láminas finas de grafeno, silicio y dióxido de silicio. Cuando la corriente eléctrica pasa por el grafeno, dicho material se calienta y genera luz. El problema principal es que el grafeno es un buen conductor térmico, por lo que se necesita más corriente eléctica para iluminar. La solución que se ha encontrado es dejar el grafeno suspendido, de forma que la calor se dispersa e ilumina. Además, esto tiene la ventaja de permitir una iluminación gradual. Abajo os dejo un vídeo ilustrativo.
Es un descubrimiento reciente y queda mucha investigación por delante. Quién sabe, tal vez el grafeno supere a las bombillas convencionales y sean las que iluminen en un futuro no muy lejano.
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