17 julio 2015

El autobús convertido en caravana

Los proyectos de arquitectura de estudiantes me llaman la atención. Siempre se puede ver algún diseño novedoso o alguna forma nueva de distribuir los interiores. Lo que hoy traigo no es arquitectura estrictamente hablando, sino una reforma... de un autobús.

Hank Buttita es un estudiante de arquitectura de la universidad de Minnesota que escogió llevar a cabo un proyecto diferente, ayudado de su hermano Vince y del fotógrafo Justin Evidon. Compró un autobús escolar por 3000 dólares para demostrar las limitaciones básicas de los materiales y la forma en la que se pueden unir. Quiso mostrar cómo construir un pequeño espacio acudiendo a detalles simples y así evitar un proyecto complejo que, en sus palabras, 'se entendería difícilmente a nivel teórico'.


El autobús emplea madera en su totalidad (de hecho, el suelo son placas de madera de una pista de baloncesto) que le da un toque acogedor y resulta un gran contraste del exterior, cuyo color de la carrocería es un poco triste. De todas formas, el resultado es sensacional, considerando que le tomó catorce día en acabar su proyecto y que el coste final fue de 6000 dólares. Además, dispone de todas las dependencias que tendría una caravana: comedor, cocina, la cabina del conductor, camas para dormir y un pequeño aseo.

Los muebles muestran una flexibilidad precisa, adaptándose al espacio del autobús y a las necesidades de joven arquitecto. Si quiere sacar la mesa, tan solo tiene que retirar los cojines del sofá para desplegara con el mínimo esfuerzo.


El proyecto no solo se limitó a una remodelación, sino que lo puso a prueba. Hizo un viaje de 5000 millas, donde llevó a sus amigos y a la familia para probar la funcionalidad de su autobús-caravana.


Un buen ejemplo de reforma, aprovechamiento del espacio y reciclaje.

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